Por momentos solo quieres escapar, estar sola, llorar en silencio y volar lejos donde tu mente encuentre a tu padre que abandonó esta tierra hace ya mucho tiempo, y hasta serias capaz de volverte nube para alcanzarle y pedirle consejo contra el mal de amores y contra los dias que pasan a pesar de que te esfuerces en detenerlos.
Habia que hacer un cambio porque cuando te encuentras inflamada, llorando por las esquinas, y mirando la comida sin saber que hacer, entonces hay que reaccionar porque todo pasa y todo queda, como dice Serrat.
Mi desesperación por la comida se hacia cada dia mas palpable, pero no podia comer, asi que decidi curarme a mi manera, tratando de olvidar, y poniéndome un cierre en la boca, por donde solo podria pasar lo que yo creía no me iba a poner inflada como un balón.
Empecé por decidir qué debia comer, me frustré por unas horas en el supermercado, mirando para aqui y mirando para allá, no sabes cuanta porqueria hay dentro de todas esas cosas que tanto te gustan. (y pensar que asi también pasa con las personas, llegamos a querer y a desvivirnos por quien no nos quiere ni nos querrá, a saber cuanta porqueria de gente te ha rodeado y a la que has adorado sin que lo merezcan).
Empecé poniendo manos sobre una banana, un pescado listo para el horno y un envoltorio llenito de ensalada.
las bananas que he comido desde entonces por aquello del potasio.
ensalada
Asi poco a poco empezó a cambiar mi paladar. Tuve dias en los que comia solo carne, solo pescado, o solo producto lacteo, pero seguia inflamada.
Cambié la táctica y decidi comer la proteina, con una banana y la ensalada, pero resultaba demasiado para mi.
En otras ocasiones, disfruté de un plato de ensalada romana pues es la única que puedo tolerar entre la gran variedad de ensaladas verdes que hay en los mercados, todas las demás, me inflan.
Con el paso de los dias, mi panza empezo a bajar, pero por momentos se hinchada y yo sin saber que hacer.
Dejé de pesarme un dia cualquiera cuando comprobé que todos los lunes pasados, la maldita pesa habia marcado lo mismo, entonces te dices a ti misma que ya le has dado demasiada atención y que debes dejarla sola, y sacarla de tu vida, no volver a pensar en ella y seguir adelante pues tu meta será dejar de hincharte, lo de bajar de peso pasaba a un segundo lugar.
Al superarme de otra perdida en mi vida, y olvidar a la pesa, decidi dejar también la carne y todo producto animal, no volvi a probarlos pues sabia que con el pescado tendria suficiente, el olor de la carne se me hacia insoportable, claro que no se lo dices a nadie, pues podrian enmarcarte como Vegetariana, pero en realidad todavia no lo soy, pues aun como pescado.
Hace 2 dias que me despedí de mi adorada Banana, ya no volveremos a ser amigos, me preocupa la ingesta de potasio tan vital para nuestro cuerpo pero creo que las ensaladas verdes y los futuros batidos de vegetales, me daran todo el potasio necesario.
Resumiendo: llevo ya un mes comiendo lo mismo una y otra vez, no me arrepiento, pues le gané la batalla a las harinas, al azúcar, al postre y a la vida que llevaba antes, hoy soy y pienso diferente.
Continuará..........
